Publicado el mayo 15, 2024

España no es solo un mercado en crecimiento para fintech y healthtech; es un campo de juego estratégico donde la ventaja competitiva se construye explotando las complejidades locales, no solo adoptando tecnología.

  • Los sectores más rentables no son siempre los que más financiación reciben, sino los que tienen mayor apoyo regulatorio y resuelven problemas endémicos del país.
  • La hiper-localización y la construcción de «fosos regulatorios» son las defensas más efectivas para superar a los gigantes internacionales en el mercado español.

Recomendación: Auditar la dependencia de una startup de las subvenciones públicas y preparar la due diligence con un enfoque en las especificidades españolas (LOPDGDD, Seguridad Social) desde el primer día es crítico para el éxito.

El ruido mediático es ensordecedor: rondas de financiación millonarias, valoraciones que se disparan y un flujo constante de noticias que posicionan a España como el nuevo epicentro del sur de Europa para la innovación tecnológica. Para cualquier inversor, emprendedor o director de innovación, la sensación de urgencia por participar en el auge de los sectores fintech y healthtech es palpable, casi abrumadora. La narrativa dominante se apoya en pilares atractivos pero superficiales: un ecosistema de talento cualificado, un coste de vida competitivo y, por supuesto, una calidad de vida envidiable.

Sin embargo, basar una estrategia de inversión o de negocio únicamente en estas «platitudes» es un camino directo a la mediocridad competitiva. La mayoría de los análisis se detienen en el «qué» —el crecimiento de la inversión— pero eluden el «cómo» y el «porqué» estratégico. Se habla de la regulación como un obstáculo genérico y de Madrid y Barcelona como los únicos polos, ignorando las dinámicas subyacentes que realmente definen a los ganadores y perdedores en este ecosistema.

Pero, ¿y si la verdadera ventaja competitiva no residiera en la tecnología en sí, sino en la maestría para navegar y explotar las ‘ineficiencias sistémicas’ del mercado español? La clave del éxito no está en replicar modelos de Silicon Valley, sino en comprender la compleja interacción entre la regulación local, la fragmentación regional y los patrones de consumo endémicos que actúan como barreras de entrada naturales para los competidores globales.

Este análisis proporcionará un marco de decisión para identificar oportunidades sostenibles más allá de las modas pasajeras. Exploraremos cómo evaluar el verdadero potencial de un sector, cómo construir fosos competitivos inexpugnables y cuándo es el momento óptimo para entrar en el mercado, transformando los aparentes desafíos del ecosistema español en su mayor activo estratégico.

Para navegar con éxito este panorama complejo, hemos estructurado este análisis en una guía que le permitirá pasar de la observación a la acción estratégica. A continuación, encontrará los puntos clave que desglosaremos para construir una tesis de inversión o emprendimiento robusta en el sector tecnológico español.

¿Cómo evaluar el potencial de un sector tech emergente antes de que alcance su madurez?

La evaluación del potencial de un sector emergente no puede basarse exclusivamente en las métricas de vanidad, como el volumen de noticias o las primeras rondas de financiación. Un análisis riguroso exige identificar señales débiles de apoyo institucional y viabilidad estructural. En España, donde el ecosistema fintech ya cuenta con 977 startups activas según datos de Finnovating, distinguir el grano de la paja es fundamental. La clave está en medir la madurez regulatoria y la disponibilidad real de talento especializado.

Un indicador temprano y poderoso es la existencia de iniciativas como el Sandbox Financiero de la CNMV. Su propósito no es solo probar tecnología, sino validar modelos de negocio bajo supervisión, lo que representa una señal inequívoca de apoyo institucional y reduce la incertidumbre regulatoria a futuro. Un sector que cuenta con este tipo de «entorno de pruebas» tiene una probabilidad mucho mayor de consolidarse de forma sostenible. Este enfoque permite a los inversores y emprendedores anticipar qué innovaciones recibirán luz verde y cuáles se enfrentarán a un muro normativo.

Del mismo modo, el análisis del talento no debe limitarse a cifras globales. Es necesario mapear la densidad de perfiles tecnológicos clave (ej. Data Scientists, Ingenieros de Ciberseguridad) por ciudad y cruzarla con el coste de vida local. Esto revela el verdadero ratio coste/oportunidad de cada hub. La proximidad a centros de investigación de primer nivel, como el Barcelona Supercomputing Center o los Institutos IMDEA, que generan patentes y spin-offs, es otro factor crítico que indica un flujo constante de innovación y talento de alta cualificación, diferenciando un ecosistema vibrante de uno meramente especulativo.

Plan de acción: Evaluación del Índice de Madurez Regulatoria y de Talento

  1. Apoyo institucional: Analizar iniciativas regulatorias como el Sandbox de la CNMV para validar la existencia de un apoyo institucional temprano y activo.
  2. Densidad de talento: Mapear la concentración de perfiles tech clave por ciudad utilizando herramientas como LinkedIn Talent Insights para identificar los verdaderos polos de conocimiento.
  3. Ratio coste/oportunidad: Cruzar los salarios medios de perfiles críticos con el coste de vida de cada hub para calcular la eficiencia real de la inversión en capital humano.
  4. Generación de IP: Identificar centros de investigación y universidades que estén generando un volumen significativo de patentes y spin-offs en el sector objetivo.
  5. Transferencia tecnológica: Evaluar la calidad y el volumen de la transferencia de conocimiento desde instituciones de prestigio (ej. Barcelona Supercomputing Center, IMDEA) hacia el sector privado.

Este marco de análisis permite construir una tesis de inversión fundamentada en datos estructurales, minimizando el riesgo asociado a las tendencias volátiles y maximizando las probabilidades de éxito a largo plazo.

Greentech o edtech: ¿qué sector emergente atrae más financiación en España?

La percepción de un sector a menudo está sesgada por el volumen de financiación que atrae. Sin embargo, un análisis más profundo revela que no toda la inversión es igual. Sectores como fintech y healthtech en España dominan los titulares por su capacidad para atraer capital riesgo tradicional, pero otros como greentech se benefician de un fuerte impulso político y fondos estratégicos europeos, lo que puede indicar un potencial de crecimiento más estable y a largo plazo.

Visualización comparativa de inversión en sectores greentech y edtech en España

Mientras que el sector fintech se beneficia de su madurez y de un ecosistema consolidado, el sector healthtech capitaliza su alineación con los retos demográficos del país. Por otro lado, aunque la inversión privada en greentech pueda parecer menor en comparación, su principal ventaja competitiva reside en el acceso a los fondos NextGenEU y los PERTEs (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), que garantizan un flujo de capital significativo y alineado con la agenda política nacional y europea. Esto lo convierte en una apuesta estratégica con un riesgo potencialmente menor.

El siguiente cuadro, basado en datos recientes sobre la inversión de venture capital, ilustra las diferencias en la estructura de financiación de los principales sectores emergentes en España, evidenciando que la fuente del capital es tan importante como su cantidad.

Comparativa de financiación por sectores emergentes en España 2024
Sector Inversión 2024 Tipo de financiación dominante Ventaja competitiva
Fintech 767 millones € Capital Riesgo tradicional Madurez del ecosistema
Healthtech 300 millones € Mix público-privado Alineación con retos demográficos
Greentech No especificado Fondos NextGenEU/PERTEs Agenda política nacional y europea

Caso de estudio: Barcelona Health Hub como catalizador del ecosistema healthtech

El Barcelona Health Hub (BHH) es un ejemplo paradigmático de cómo la concentración geográfica y el apoyo institucional pueden multiplicar el atractivo de un sector. Conectando a más de 350 startups con 60 corporaciones, el BHH ha sido clave para que las startups de healthtech en Cataluña captaran 296 millones de euros solo hasta junio de 2024. El hub no solo ofrece espacios de trabajo, sino que facilita procesos de validación clínica acelerada, demostrando que la infraestructura de apoyo es un imán tan potente para la inversión como la propia tecnología.

Por lo tanto, la pregunta no es solo qué sector atrae más dinero, sino qué tipo de dinero y con qué apoyo estructural cuenta, una distinción clave para cualquier inversor estratégico.

¿Cómo posicionarte en un sector tech emergente saturado de competidores internacionales?

En un mercado globalizado, competir en precio o en tecnología es una batalla a menudo perdida de antemano contra gigantes internacionales con recursos casi ilimitados. La estrategia ganadora en España, especialmente en sectores como el fintech, consiste en identificar y explotar las particularidades del mercado local para construir lo que se conoce como un «foso cultural y regulatorio». Esta barrera defensiva es mucho más difícil de replicar para un competidor extranjero que una simple funcionalidad de software.

Un ejemplo paradigmático es la integración nativa con Bizum, un sistema de pagos instantáneos con una penetración masiva y única en el mercado español. Mientras que las fintechs internacionales ofrecen soluciones de pago genéricas, las startups locales que integraron Bizum desde el principio se alinearon con un comportamiento de consumo ya establecido, ganando una ventaja competitiva inmediata y duradera. Este enfoque de «glocalización» es tan efectivo que, según datos del sector, más del 70% de las startups fintech que operan en España son de origen local, una prueba irrefutable de que el conocimiento profundo del mercado doméstico supera a la potencia financiera global.

La construcción de este foso no es casual; requiere un diseño estratégico deliberado. Las claves para lograrlo son:

  • Resolver problemas endémicos: Desarrollar productos que ataquen fricciones específicas del mercado español, como la gestión de las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud (SNS) o las complejidades de la burocracia para autónomos.
  • Aprovechar la fragmentación regulatoria: Utilizar los regímenes forales específicos del País Vasco y Navarra o las normativas autonómicas como una ventaja competitiva, creando soluciones hiper-localizadas.
  • Diseñar para el consumidor local: Crear interfaces, flujos de usuario y una comunicación que resuenen directamente con los comportamientos y expectativas del consumidor español, a menudo diferentes de los anglosajones.
  • Forjar alianzas estratégicas: Establecer partnerships con instituciones, empresas o asociaciones locales clave antes de que los competidores internacionales puedan reaccionar.

Esta estrategia de especialización en nichos donde la adaptación cultural es crítica para el éxito no solo crea una barrera de entrada sólida, sino que también genera una lealtad de cliente que el dinero por sí solo no puede comprar.

El error fatal de los inversores que confunden moda pasajera con sector emergente sostenible

El mayor riesgo para un inversor en tecnología no es la competencia, sino la seducción de la novedad. Confundir una tendencia mediática con un sector estructuralmente sólido es un error que puede costar caro. En el ecosistema europeo, la presión por encontrar el próximo unicornio a menudo lleva a sobrevalorar startups con modelos de negocio frágiles. De hecho, la cruda realidad es que, según datos de KPMG citados por expertos del sector, un 45% de las startups fintech europeas no alcanzan la rentabilidad en sus tres primeros años, evidenciando una brecha significativa entre la financiación inicial y la viabilidad a largo plazo.

Uno de los principales indicadores de esta fragilidad es lo que se puede denominar el «índice de dependencia de la subvención». Muchas startups en España logran un crecimiento inicial impresionante gracias al acceso a ayudas públicas (ENISA, CDTI, fondos europeos), pero su modelo de negocio fundamental no es sostenible sin este soporte externo. Un inversor astuto debe ser capaz de diferenciar entre el crecimiento orgánico, impulsado por la demanda real del mercado, y el crecimiento artificial, mantenido por inyecciones de capital público.

Para evitar esta trampa, es imprescindible realizar una auditoría de sostenibilidad que vaya más allá de las métricas de vanidad, como los premios ganados o las apariciones en prensa. Se debe analizar la estructura de ingresos, la composición de la cartera de clientes y la capacidad del modelo de negocio para funcionar en un escenario sin subvenciones. Este análisis es el verdadero test de estrés para cualquier startup en un sector emergente.

Checklist: El indicador de dependencia de la subvención

  1. Análisis de ingresos: Verificar qué porcentaje de los ingresos totales proviene directamente de ayudas públicas, préstamos bonificados o subvenciones europeas.
  2. Cartera de clientes: Analizar la proporción de clientes privados (que pagan a precio de mercado) frente a los contratos con el sector público, a menudo obtenidos por condiciones favorables.
  3. Test de viabilidad: Evaluar si el modelo de negocio y la estructura de costes serían viables y rentables si se eliminaran por completo todas las ayudas públicas.
  4. Métricas de producto vs. vanidad: Comprobar métricas reales de uso y retención del producto (ej. usuarios activos mensuales, churn rate) frente a métricas de vanidad (premios, notas de prensa).
  5. Resolución de problemas: Validar si la startup resuelve un problema estructural y persistente del mercado español o si solo atiende una conveniencia de un nicho urbano altamente subsidiado.

La verdadera ventaja competitiva para 2025 no estará en la adopción de tecnología fintech per se —eso será simplemente el precio de entrada al mercado— sino en la habilidad para navegar el complejo equilibrio entre innovación y regulación.

– Análisis sectorial, Startups Españolas – Análisis del ecosistema fintech

Al final, la sostenibilidad de un sector no se mide por el volumen de inversión que atrae, sino por el número de empresas que logran construir modelos de negocio rentables y autónomos.

¿Cuándo entrar en un sector tech emergente: fase inicial, crecimiento o consolidación?

La decisión sobre el momento óptimo para invertir o emprender en un sector emergente es tan crítica como la elección del sector mismo. Cada fase del ciclo de vida de un mercado —inicial, de crecimiento y de consolidación— presenta un perfil de riesgo/recompensa radicalmente diferente y atrae a distintos tipos de actores. Entender esta dinámica es fundamental para alinear la estrategia de entrada con los objetivos y recursos disponibles.

La fase inicial se caracteriza por una alta incertidumbre y un potencial de retorno exponencial. Aquí dominan los Business Angels locales y las ayudas públicas como ENISA, con tickets de inversión que raramente superan los 300.000€. Es el terreno de los visionarios que apuestan por equipos y tecnología en estado embrionario. La fase de crecimiento, en cambio, es donde los VCs nacionales como K-Fund o Seaya entran en juego, inyectando capital de entre 1 y 10 millones de euros para escalar modelos de negocio que ya han demostrado una tracción inicial. Finalmente, la fase de consolidación está marcada por la entrada de fondos de Private Equity y las adquisiciones estratégicas por parte de grandes corporaciones del IBEX35, buscando absorber innovación y cuota de mercado.

El siguiente mapa, basado en un análisis del comportamiento del capital riesgo, detalla quién invierte, cuánto y dónde en cada una de estas fases en España.

Mapeo de fases del sector por perfil de inversor en España
Fase del Sector Tipo de Inversor Dominante Rango de Inversión Ejemplos en España
Inicial Business Angels locales, ENISA 50k-300k€ Madrid (IE/ICADE), Barcelona (ESADE BAN)
Crecimiento VCs nacionales (K-Fund, Seaya) 1M-10M€ Primeros VCs internacionales entrando
Consolidación Fondos PE, M&A IBEX35 10M+€ Adquisiciones estratégicas corporativas

Análisis de cohortes: Flywire y Kantox como casos de éxito en distintas fases

El ecosistema fintech español ofrece ejemplos claros de salidas exitosas en la fase de consolidación. Flywire, que nació en Valencia, se convirtió en el primer unicornio fintech de origen español al salir a bolsa, representando el culmen de la fase de crecimiento. Por otro lado, el caso de Kantox, una fintech con sede en Barcelona, es igualmente ilustrativo: fue adquirida por el gigante bancario BNP Paribas por 120 millones de euros. Esta operación demuestra el enorme interés de las grandes corporaciones por realizar adquisiciones estratégicas para integrar tecnología y talento, validando el potencial de M&A (fusiones y adquisiciones) para los inversores que entraron en fases más tempranas.

No existe un «mejor» momento para entrar; existe el momento adecuado para cada perfil de inversor. Identificarlo correctamente es la diferencia entre una apuesta especulativa y una inversión estratégica.

El error de empresas que implementan IA sin cambiar procesos y obtienen cero retorno de inversión

La adopción de la Inteligencia Artificial se ha convertido en una prioridad para muchas empresas españolas, pero la prisa por subirse a la ola tecnológica a menudo conduce a un error fundamental: implementar herramientas de IA sin una reingeniería profunda de los procesos existentes. Este enfoque superficial, que podríamos denominar «IA cosmética», resulta en una inversión con un retorno cercano a cero. La simple adición de un chatbot genérico a una web o el uso de algoritmos básicos de recomendación no transforma un negocio; simplemente añade una capa de barniz digital sobre una estructura anacrónica.

Contraste visual entre implementación cosmética y procesual de IA en empresas españolas

El verdadero valor de la IA, o «IA de proceso», reside en su capacidad para optimizar operaciones críticas, automatizar tareas de bajo valor y generar insights que informen decisiones estratégicas. Esto requiere una voluntad de cambiar la forma en que la empresa opera desde su núcleo. Por ejemplo, en lugar de un chatbot, una pyme logística podría usar IA para optimizar sus rutas de entrega en tiempo real, reduciendo costes de combustible y tiempos de espera. La diferencia es radical: la primera es una mejora de cara a la galería, mientras que la segunda impacta directamente en la cuenta de resultados.

Para evitar el despilfarro y asegurar un ROI tangible, las pymes españolas deben seguir un plan de adopción meditado y gradual. La clave es empezar por problemas concretos y medibles, formar al equipo y escalar la tecnología en función de resultados probados, no de promesas de marketing. El proceso debe ser el siguiente:

  1. Identificar cuellos de botella: Localizar los procesos más repetitivos, manuales y de bajo valor añadido dentro de la organización, ya que son los candidatos ideales para la automatización.
  2. Formar antes de implementar: Aprovechar recursos como los créditos de Fundae para capacitar al personal en nuevas herramientas y metodologías de trabajo antes de introducir la tecnología, minimizando la resistencia al cambio.
  3. Distinguir valor real de vanidad: Aprender a diferenciar entre la «IA cosmética» (soluciones vistosas pero de bajo impacto) y la «IA de proceso» (herramientas que optimizan la cadena de valor).
  4. Medir el ROI desde el inicio: Establecer métricas claras y específicas para medir el retorno de la inversión desde el primer día del proyecto piloto, evitando las métricas de vanidad.
  5. Pilotar y escalar: Comenzar con proyectos piloto a pequeña escala, en un área controlada del negocio, y solo escalar la implementación a toda la organización una vez que se hayan demostrado resultados positivos y medibles.

Las empresas que entienden esta distinción son las únicas que lograrán convertir la promesa de la Inteligencia Artificial en una ventaja competitiva real y sostenible.

¿Cómo preparar tu startup para la due diligence de un VC sin retrasar 3 meses el cierre de la ronda?

El proceso de due diligence (diligencia debida) es el momento de la verdad para cualquier startup que busca financiación de un Venture Capital. En España, muchas rondas se retrasan o incluso fracasan en esta etapa no por la debilidad del producto, sino por una preparación administrativa y legal deficiente. Los VCs, especialmente los internacionales, operan con estándares muy exigentes, y cualquier desorden en la documentación puede ser interpretado como una señal de falta de profesionalidad y riesgo operativo. Prepararse para este escrutinio desde el día cero no es una opción, es una necesidad.

La clave para un proceso de due diligence fluido y rápido es anticipar las áreas críticas específicas del marco legal y laboral español. No basta con tener un pitch deck brillante; es imprescindible tener la «casa en orden» en aspectos que a menudo se pasan por alto en las fases iniciales. Esto incluye una gestión impecable de las obligaciones con la Seguridad Social, una estructura de pactos de socios clara y conforme a la ley, y una adaptación rigurosa a la LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales). Ignorar estos puntos puede abrir flancos legales que un VC no estará dispuesto a asumir.

Para agilizar el proceso, es fundamental tener un data room bilingüe (español/inglés) preparado y actualizado constantemente, incluso antes de iniciar las conversaciones con inversores. Los puntos a verificar con prioridad absoluta son:

  • Cotizaciones a la Seguridad Social: Asegurarse de que todos los empleados, incluyendo fundadores con nómina, estén correctamente dados de alta y al corriente de pago.
  • Pactos de socios: Tener un pacto de socios bien estructurado que regule aspectos como la entrada y salida de socios, las cláusulas de no competencia y los derechos de arrastre (drag-along) y acompañamiento (tag-along).
  • Protección de Datos (LOPDGDD): Demostrar una adaptación completa a la normativa española de protección de datos, con registros de actividades de tratamiento, análisis de riesgos y contratos de encargado de tratamiento con todos los proveedores.
  • Contratos laborales: Documentar y tener fácil acceso a todos los tipos de contratos laborales vigentes, incluyendo los de freelancers y sus implicaciones legales.

Caso de uso: El modelo CFO as a Service como acelerador de rondas

Una tendencia creciente entre las startups españolas más exitosas es la adopción del modelo «CFO as a Service». En lugar de contratar a un Director Financiero a tiempo completo, lo cual puede ser prohibitivo en fases iniciales, externalizan esta función a profesionales o firmas especializadas. Este enfoque permite profesionalizar la gestión financiera y preparar desde el principio las métricas que exigen los VCs internacionales, como el LTV/CAC (Lifetime Value / Customer Acquisition Cost) y los análisis de cohortes. Según expertos de EY, esta estrategia ha demostrado reducir el tiempo medio de un proceso de due diligence de tres meses a tan solo seis u ocho semanas, acelerando drásticamente el cierre de las rondas de financiación.

En definitiva, la preparación para la due diligence no es un coste, sino una de las inversiones más rentables que una startup puede hacer en su camino hacia el éxito.

Puntos clave a recordar

  • Evaluar los sectores por su madurez regulatoria y el apoyo institucional, no solo por el volumen de inversión que atraen.
  • Construir «fosos culturales» y regulatorios, explotando las particularidades del mercado español, es la defensa más sólida contra la competencia global.
  • Diferenciar los modelos de negocio sostenibles de aquellos que dependen críticamente de las subvenciones públicas es un factor decisivo para el éxito a largo plazo.

Madrid, Barcelona o Valencia: ¿qué hub elegir para una startup de inteligencia artificial?

La elección de la sede de una startup de Inteligencia Artificial en España no es una decisión trivial. Aunque Madrid y Barcelona acaparan la mayoría de los titulares, cada hub tecnológico presenta una especialización, un ecosistema y una red de contactos muy definidos. La decisión correcta depende de la alineación estratégica entre el modelo de negocio de la startup y las fortalezas distintivas de cada ciudad. No se trata de elegir la ciudad «mejor», sino la más adecuada.

Vista macro de los tres principales hubs de IA en España mostrando sus características distintivas

Madrid se ha consolidado como el hub por excelencia para startups de IA aplicadas a fintech e insurtech. Su principal ventaja competitiva es la proximidad a las sedes corporativas de las grandes empresas del IBEX35, lo que facilita las alianzas estratégicas, los proyectos piloto y las potenciales adquisiciones. La red de business angels, fuertemente influenciada por los alumni de escuelas de negocio como IE e ICADE, está muy orientada a modelos B2B. Por su parte, Barcelona es el epicentro del deeptech y healthtech. Su ecosistema se nutre del prestigio de centros de investigación como el Barcelona Supercomputing Center y la alta concentración de talento en el distrito 22@, que ya alberga más de 10.000 empresas tecnológicas. Las redes de inversión como ESADE BAN e IESE tienen una mayor inclinación hacia proyectos con una base científica y tecnológica más profunda.

Finalmente, Valencia emerge con fuerza como un hub especializado en IA aplicada a la logística y el ecommerce. Su potente puerto, uno de los más importantes del Mediterráneo, y su tradición industrial y exportadora han creado un ecosistema perfecto para startups que buscan optimizar cadenas de suministro y operaciones comerciales. La red de Big Ban Angels apoya activamente proyectos en estos nichos. La siguiente tabla resume estas diferencias clave:

Índice de Atractividad de Talento y Ecosistema IA por Ciudad
Ciudad Especialización IA Red Business Angels Ecosistema Principal
Madrid Fintech/Insurtech Alumni IE/ICADE Proximidad sedes corporativas IBEX35
Barcelona Deeptech/Healthtech ESADE BAN, IESE Barcelona Supercomputing Center, 22@
Valencia Logística/Ecommerce Big Ban Angels Puerto y tradición industrial

La elección del hub no es una cuestión de prestigio, sino de alineación estratégica con el mercado vertical al que se dirige la startup.

Para aplicar este marco de análisis a su propia estrategia, el primer paso es volver a los fundamentos. Evalúe su oportunidad de negocio no solo en función de la tecnología, sino de cómo se alinea con el ecosistema, la regulación y el talento disponible en el lugar que elija como base de operaciones.

Escrito por Patricia Sánchez Ortega, Patricia Sánchez Ortega es ingeniera informática especializada en transformación digital e implementación de tecnologías emergentes, con certificación PMP y TOGAF. Durante 13 años, ha liderado proyectos de digitalización, inteligencia artificial y blockchain en startups tecnológicas y empresas industriales españolas. Licenciada en Ingeniería Informática por la Universidad Politécnica de Madrid y con un Executive MBA por IESE, actualmente es directora de innovación tecnológica en una startup fintech madrileña en fase de Serie B.