Publicado el marzo 15, 2024

La rentabilidad superior de los bonos españoles es atractiva, pero oculta riesgos de volatilidad por los tipos de interés que pueden erosionar el capital del inversor conservador si no se gestionan adecuadamente.

  • La clave no es solo la prima de riesgo, sino el dominio de la «duración» para evitar pérdidas de valor en mercado ante subidas del BCE.
  • Estrategias como la «escalera de bonos» y mantener las posiciones hasta vencimiento son cruciales para asegurar el capital y generar un flujo de ingresos predecible.

Recomendación: Priorice la construcción de una fortaleza de capital que genere flujos de caja estables, en lugar de perseguir ganancias especulativas a corto plazo basadas en la mera diferencia de rentabilidad.

Para el inversor conservador español, el panorama de la renta fija presenta un dilema fascinante: los bonos del Tesoro patrio ofrecen consistentemente una rentabilidad superior a sus homólogos alemanes, a pesar de que ambos gozan de una alta calificación crediticia. Esta diferencia, a menudo superior a un punto porcentual, invita a una pregunta fundamental: ¿estamos ante una oportunidad clara o un riesgo oculto? La respuesta habitual se centra en la «prima de riesgo», un concepto algo abstracto que refleja la percepción económica de un país. Sin embargo, este análisis es superficial y elude la verdadera preocupación del jubilado o gestor patrimonial: cómo transformar esa rentabilidad extra en ingresos seguros y predecibles sin exponer su capital a sobresaltos.

La mayoría de los análisis se detienen en la comparación de rendimientos faciales. Pero la verdadera disciplina de la inversión en renta fija para la preservación de capital va mucho más allá. Implica comprender conceptos como la duración, la volatilidad ante cambios de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y, sobre todo, la construcción de una estructura de cartera resiliente. La verdadera pregunta no es si el bono español es «mejor» que el alemán, sino cómo utilizarlo de forma inteligente para construir una fortaleza de capital. El objetivo no es la especulación, sino la creación de una máquina de generar rentas estables.

Este artículo adopta una perspectiva diferente. En lugar de debatir sobre primas de riesgo, nos centraremos en las estrategias prácticas y prudentes para que el inversor español aproveche la deuda pública y corporativa nacional. Desmitificaremos el riesgo de las subidas de tipos, explicaremos por qué el concepto de «mantener hasta vencimiento» es un ancla psicológica fundamental y detallaremos cómo estructurar un portafolio que combine seguridad, liquidez y un flujo de caja constante. Exploraremos cómo construir una cartera de bonos paso a paso, cuándo y cómo combinarla con acciones del IBEX 35 y, finalmente, cómo ensamblar un portafolio robusto diseñado para una volatilidad mínima.

A continuación, desglosaremos en detalle las tácticas y estrategias que le permitirán navegar el mercado de bonos español con la confianza de un experto, priorizando siempre la seguridad de su patrimonio.

¿Cómo construir una escalera de bonos del Tesoro español que te garantice liquidez trimestral?

Para el inversor que busca ingresos predecibles y una gestión de riesgo sencilla, la estrategia de la «escalera de bonos» (o bond ladder) es la piedra angular. Su genialidad radica en la simplicidad: en lugar de invertir todo el capital en un único bono a largo plazo, se divide en varias partes y se invierte en bonos con vencimientos escalonados. Por ejemplo, a 3 meses, 6 meses, 9 meses y 12 meses. A medida que el bono más corto vence, se reinvierte el capital en un nuevo bono a 12 meses, manteniendo la estructura de la escalera. Esta técnica ofrece dos ventajas cruciales para el inversor conservador.

Primero, garantiza una liquidez periódica. Cada tres meses, una porción del capital vence y está disponible, ya sea para reinvertir o para cubrir gastos, sin necesidad de vender bonos en el mercado secundario y arriesgarse a pérdidas si los tipos de interés han subido. Segundo, mitiga el riesgo de tipos de interés. Al tener vencimientos constantes, se capturan de forma progresiva las nuevas tasas de rendimiento del mercado. Si los tipos suben, las nuevas «compras» se beneficiarán de cupones más altos; si bajan, todavía se tiene una parte del capital invertida a los tipos anteriores más favorables. Es una forma de promediar el rendimiento y evitar la parálisis de intentar «adivinar» el momento perfecto para invertir.

Construir esta escalera con Letras del Tesoro español es un proceso directo y accesible. Aquí se detallan los pasos para implementarla:

  1. Paso 1: Abre una Cuenta Directa en el Banco de España, un proceso gratuito que solo requiere tu DNI y datos bancarios.
  2. Paso 2: Divide el capital total que deseas invertir en partes iguales. Por ejemplo, si dispones de 12.000 €, divídelo en cuatro tramos de 3.000 €.
  3. Paso 3: Realiza compras escalonadas de Letras del Tesoro. Puedes comprar Letras a 3 meses en enero, a 6 meses en febrero, a 9 meses en marzo y a 12 meses en abril para establecer el escalonamiento inicial.
  4. Paso 4: Programa las reinversiones automáticas al vencimiento. Esto es clave para mantener el flujo de caja trimestral y la estructura de la escalera sin esfuerzo.
  5. Paso 5: Monitoriza las subastas semanales del Tesoro (habitualmente los martes) para estar al tanto de los tipos vigentes y ajustar la estrategia si fuera necesario.

Bonos del Estado o deuda corporativa del IBEX 35:¿Cómo generar ingresos recurrentes con tus patentes sin fabricar ni vender productos tú mismo?

Una vez dominada la deuda pública, el inversor puede preguntarse si vale la pena asumir un riesgo ligeramente mayor a cambio de una rentabilidad extra. La deuda corporativa de las grandes empresas del IBEX 35, como Iberdrola, Telefónica o Santander, ofrece precisamente eso. Estos bonos suelen pagar un «spread» o diferencial de crédito sobre los bonos del Estado. Esto significa que, para un mismo plazo, un bono corporativo ofrecerá un cupón más alto para compensar al inversor por dos riesgos adicionales: el riesgo de crédito (la posibilidad, aunque remota en empresas de primer nivel, de que la compañía no pueda pagar su deuda) y una menor liquidez en comparación con la deuda soberana.

Históricamente, según datos del mercado secundario SEND, los bonos corporativos de emisores solventes del IBEX 35 ofrecen unos 50 a 80 puntos básicos adicionales de rentabilidad frente a los bonos del Estado de plazo similar. Este extra puede ser significativo para una cartera de rentas. Sin embargo, es crucial entender que este rendimiento adicional no es gratuito. En momentos de estrés económico, el valor de mercado de estos bonos puede fluctuar más que el de la deuda pública.

Comparación visual entre bonos del Estado y bonos corporativos del IBEX 35
Escrito por Javier Martínez Blanco, Javier Martínez Blanco es asesor financiero certificado EFPA (European Financial Advisor) y analista CIIA, con 14 años de experiencia en gestión de carteras, análisis de mercados de capitales y estrategias de inversión en renta variable y renta fija española. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por ICADE y con un Máster en Mercados Financieros por IEB, actualmente trabaja como gestor de carteras en una entidad de banca privada en Barcelona, asesorando patrimonios superiores a 500.000 euros.